Recomendaciones para planificar la campaña de cebada

Técnicos del INTA del Barrow, Buenos Aires, señalaron las claves para diagramar la siembra. Elección de lote, variedades y fecha de siembra, fueron los puntos más destacados.

 


Los productores se preparan para encarar y planificar la próxima campaña de cebada. Los técnicos del INTA señalaron puntos claves a tener en cuenta para llevar adelante un cultivo sin sobresaltos. 

 

 

El sur de Buenos Aires, es la zona de cebada por excelencia se prepara para la siembra. Desde el INTA señalaron que es importante tener en cuenta elección del lote, de las variedades y las fechas de siembra, sumadas a una adecuada fertilización.

 

También sostuvieron la importancia de un adecuado control de las malezas, ya que estos serán factores decisivos. “Al igual que con el resto de los cultivos, conocer la historia del lote en el que se va a sembrar cebada va a marcar la diferencia en los resultados”, señaló Liliana Wehrhahne, responsable del Ensayo de la Red de cebada de la Chacra.

 

Además, resaltó que es importante saber qué cultivo se hizo antes, indagar sobre los herbicidas que se aplicaron y realizar un análisis del suelo para conocer la proporción de nutrientes de interés. Este dato es relevante ya que es fundamental partir de un lote libre de malezas, sostuvo la técnica. 

 

“Es importante tener en cuenta la dosis y la residualidad de los herbicidas aplicados”, sugirió Wehrhahne. Esto se debe a que es importante conocer los herbicidas usados con anterioridad ya que algunos permanecen en el suelo mucho tiempo.

 

Por su parte, la especialista del INTA indicó que no es recomendable sembrar cebada sobre un lote que tuvo cebada en la campaña anterior. Esto se debe a que pueden perdurar en el suelo y en el rastrojo enfermedades y plagas que podrían dañar al nuevo cultivo, argumentó.

 

En el caso de que se siembre cebada sobre cebada, el destino del grano debe ser para malteria. “Debe sembrarse el mismo cultivar que en la campaña precedente ya que mantener la pureza varietal es muy importante”, señaló.

 

En lo que respecta a la elección de la variedad, Wehrhahne señaló que no es una decisión tan libre como lo es en trigo, donde el productor elige según su preferencia y condicionamientos técnicos o agronómicos. “Si la cebada es para maltería, en general, el productor debe tener un convenio previo con alguna empresa”, comentó.

 

“En el caso de cebada para exportación el parámetro a tener en cuenta es el peso hectolítrico y no el calibre o la proteína, como en maltería, y para acceder al grado 1 tiene que ser de 62 kilos/hectolitro o más”, indicó la especialista.

 

“En el centro-sur bonaerense, la fecha de siembra es amplia. En esta línea, Wehrhahne indicó que va desde comienzo de junio hasta mediados de agosto”, aclaró. Además, señaló que cada variedad tiene una fecha óptima.

 

Por otra parte, la especialista sostuvo que es muy importante conocer la sanidad de la semilla, sobre todo cuando se usa semilla propia. “De no hacerlo, se pueden introducir enfermedades que no había en el lote”, aclaró la técnica del INTA. 

 

Para la fertilización, Wehrhahne recomendó realizar un análisis de suelo para conocer el contenido de fósforo y nitrógeno y también se puede medir azufre. “Los valores de fertilizante a aplicar se calculan en función del rendimiento esperado y los valores hallados en el suelo”, expresó.

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